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Baño post parto, retiro de enseñanza y bendición

Hace  10 años nació mi hija menor en ese momento con dos mujeres a las que quiero y respeto, recibí mi baño post parto y mi cierre de cadera. Ese momento como casi en todos los post partos profundos y envolventes, fue un momento portal en mi vida, estaba recordando como cuidarme, ya que sobreviviendo lo había olvidado. El auto cuidado enCuerpado  ha ido creciendo con los años, ha ido madurando con mi envejecimiento y ha venido desde el conocimiento de mi ser, de mi vulnerabilidad y de mis dones y esto me permite ahora escribir este artículo y compartirte lo que he vivido recientemente.

Al terminar ese baño, el cierre y el masaje hace casi 10 años, (recibí un baño promedio como los que se enseñan en la mayoría de lugares y donde se cierra con fuerza, forzando el cuerpo de la madre, desde el paradigma que considera el parto como un evento traumático para mamá y para bebé y desde el paradigma del bienestar desde la fuerza y desde afuera)  tenia con una leve lesión en algún nervio en mi pelvis que bajaba hasta mi corva  izquierda, y con el síndrome de las batas blancas extendido también a las terapias alternativas,  es decir con miedo a ser lastimada por médicos, enfermeras, masajistas y doulas… estuve 2 años haciéndome amiga de mi dolor, y soltando la lesión despacio, sola y conmigo (no me estoy quejando, me dio inmensos regalos mi síndrome de las batas blancas, pero si vives con este síndrome sabes que es parte del estrés post traumatico y que no lo esperas revivir con doulas de post parto).

Durante dos años  por miedo a la violencia terapéutica,  me tuve a mi misma y a mi ritmo,  hoy que te escribo esto mi síndrome de batas blancas es menor, he recuperado mi voz y defensa y no he vuelto a ser lastimada por terapeutas, ni médicos, el último evento de violencia terapéutica, fue un osteópata muy reconocido en Latinoamerica, hace casi 4 años, hoy ya ya no estoy, ni me siento sola, soy y he sido acompañada por terapeutas sensibles, profesionales, que miran a los ojos, y escuchan a las personas que acompañan.  Terapeutas sensibles  a las necesidades individuales de cada persona y específicamente a las mías, que soy un persona PAS (altamente sensible) y que me ofrecen el cuidado que yo ofrezco a quienes acompaño.

En octubre del 2021, he tenido 4 días de milagros, como parte de la formación y certificación de Doula Somática de Post Parto y Duelo Perinatal, he guiado un retiro sobre baño y cierre post parto, donde hemos estado 10 mujeres juntas,  10 mujeres juntas que llevaban mas de un año trabajando juntas, aprendiendo juntas, creando un ambiente de profunda confianza junto con otras 20 mujeres de otras latitudes y cada una en este retiro recibió la medicina que necesitaba, la medicina de sí misma. Pudo contactar con su trauma,  con su herida,  con su quiebre y pudo  también contactar  con su tejedora, con su sabia interna con suavidad.

En este retiro de baño y cierre post parto y cierre post parto hemos vivenciado algunos  milagros que quiero contarte.

  • 10 mujeres juntas y todas son sensibles con las otras,  es decir no son solo sensibles hacia sí mismas,  hacen lo que cada una necesita y también si no sensibles comunitariamente. (este es un gran milagro para mi)
  • sostuvimos durante cuatro días la oxitocina y la suavidad
  • Han contado y han pedido lo que necesitan,   han sido miradas, escuchadas, acompañadas,  todos los  rostros llegaron siendo unos y salieron tranformados, con mas relajación y calma, es lo que hace un trabajo profundo y verdadero con el sistema nervioso.
  • Hemos acomodado  los huesos y empezado el camino de reparación de la alineación.
  • Han aprendido (recordado) a pedir permiso para tocar otro cuerpo,  aprender  a sentir el permiso y a sentir el NO permiso.
  • Hemos permitido dejar salir la voz,  dejando nacer  el canto vivo, NO el canto que repite canciones de otros tiempos,  de otra gente y el canto que nace desde el silencio, desde la relación,  el canto que se necesita hoy.  El canto necesitas contigo.
  • Permitir salir las lágrimas que purifican, las lagrimas somáticas, sin relato, sin narrativa.
  • Permitir  sentir la relación y la enseñanza de las plantas y así también sentí la presencia de las piedras y del agua y de los elementos y permitir que la relación con la tierra, con la vida,  con lo vivo,  con las otras mujeres, con la sagrada mujer de todos los tiempos,  con la sagrada madre de todos los tiempos.
  • Permitir la purificación que nos permita ser doulas, Doulas al servicio, no que saben, hacen, resuelven. Doulas   que no creen saber más que la madre a la que acompañan, que la bebé a la que acompañan y la bebé la bebé sagrada y la bebé divina que está aquí con nosotras recibiendo medicina y dándonos su medicina y su sabiduría.
  • Permitir recibir al padre y ver al  padre  presente,  amoroso, enamorado,  poder ser testigos que la utopía. Bienvenir la utopia que ya somos, quitarnos los lentes morados que han sido y son necesarios en algunos momentos y que en otros no nos permiten ver la sabiduría biológica y fisiológica del hombre padre.
  • El milagro de acompañar sin violencias y hacer un proceso profundo para salir de la triólogia del drama. Dar baños post parto donde las madres no son violentadas, ni demasiado apretadas, cada mujer recibe lo que necesita y cada baño es único, sin guión pre establecido.
  • Nacer Doulas somáticas de post parto, conectadas con su cuerpo y su matriz, con la propia historia, con  su propia herida.  Haciéndose cargo de su cicatriz, y respetando la sabiduría de cada mujer, sin   intentar  salvarla. Sin acciones desde el altruismo que viene del trauma. a
  • También el milagro  soy yo, soy la maestra,  la mentora, la guía sabia y madura, que es un cuenco seguro, un espacio seguro para renacer, recordar, reparar. Y despues de tanto, dolor, tanta herida, trauma y enfermedad, estoy tejida y disponible para acompañarte y cuidarte.
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