Huesos, mi casa
Cuando empecé la formación no tenía idea qué era somática
había danzado siempre
el movimiento era mi camino para contar y para aprehender
había tomado sesiones de anatomía vivencial
y sólo conocía la palabra somatización
Había tratado de ser fuerte
mi vida, mis historias, mis circunstancias
habían dejado una impronta de falsa fuerza
un anesteciamiento para sentir y me movía,
me movía mucho
me movía para escapar, para esforzar
me movía sin darme cuenta que me faltaba sentir
sentir mis huesos
sentir mis articulaciones
darme cuenta cómo me movía
me cambió la vida para siempre
recordé caminar cerca de mis 30 años
recordé cómo colocar y sentir los diafragmas
recordé cómo entregarme a la tierra
y recordé a la tierra como mi gran casa
a mi cuerpo como mi territorio
recordé soltarme y confiar
recuperé e incorporé mi vulnerabilidad
el periostio me contó la historia de la suavidad
que cuida
los huesos al fondo
dándome forma y sustento
me contaron de la insignificancia
de tratar de ser fuerte
Estaba hecha de tierra, de rocas
de sabiduría salvaje
estaba hecha de protones y neutrones
mis huesos sólidos tenían miles de años de evolución
y me sostenían, no necesitaba más fuerza que el amor de mis huesos.

¡Subscríbete!
Si quieres ser parte de los cursos de nuestra escuela y comunidad y también tener acceso a nuestros cursos gratuitos, te invitamos a crear un usuario en nuestra plataforma educativa en línea. https://educacion.vivenciaecosomatica.com