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Ser tu testigo

Imaginemos que se llama María. Le pondré María para cuidarla, para proteger su identidad.

Llegó al espacio de acompañamiento somático, sin saber muy bien por qué. Quizás sentía que dudaba mucho, quizás sentía que había una disonancia entre su saber intelectual y su acción.

Y empezamos la danza preciosa de las manos y la escucha y su cuerpo empezó a soltar, inicialmente voy tocando suave, para que sea el cuerpo quien me diga que le urge, que partes y tejidos necesitan ser escuchados y entonces nos quedamos en garganta y corazón, varias sesiones, varios espacios para llorar, cantar, gritar, nombrar… y vinieron recuerdos, reconciliaciones y cansancio…

En cada sesión sus tejidos nos llevaban a resolver lo que estaba apretado, y ella fue organizando sus emociones, encontrándose con su poder, frenando el miedo de ir al dolor… porque a pesar de muchas veces hacer un tacto suave, el tejido duele, muchas veces traemos mucho dolor sin darnos cuenta…. así se nos fueron los meses, viajamos a los huesos, al útero, a los pulmones, a los riñones, viajamos hacia dentro, hacia el pasado no resuelto, hasta que ya no era necesario el acompañamiento somático.

Seguía viniendo sólo por estar con ella misma, por el espacio del  silencio y presencia interior, eso que no nos enseñan en las escuelas, pero debería ser parte de todo aprendizaje, sentir la naturaleza que somos, los pulsos, músicas, ritmos, palpitaciones adentro.

Si sientes el llamado, será un honor acompañarte y atestiguar tu proceso. aordonezortiz@gmail.com

Estaba presente, es decir en el ahora, su cuerpo había soltado las historias cargadas, habíamos danzado la ira, la culpa, la tristeza, la muerte… Estaba presente con ella misma, estaba en sus huesos, su sangre, su linfa, sus emociones y siguió su camino, nos quedó el cariño por haber compartido el viaje de su auto sanación, yo agradezco haber sido testigo de su grandeza y de su capacidad de guiarse hacia si misma.

María es una mujer que quiero profundamente, que me enseñó mucho permitiéndome acompañar parte de su proceso, ya no está cerca físicamente, pero esa danza y experiencia somática que compartimos, es amor celular que nos vibrará mucho tiempo.

Si te resuena un espacio de experiencia y acompañamiento somático, comunícate conmigo. Trabajo en Bucaramanga, Bogotá, Ciudad de México, y a veces por Skype…. he acompañado personas en Madrid, Barcelona, Londres… a veces estamos más cerca de lo que parece.

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